Abstracciones del atardecer
I
Las máquinas se detienen
con pavor
ante el mar
y su color.
II
Quisiera darle un nombre a la lluvia.
III
Te deseo tanto
que el cielo
derrama semen de aurora.
IV
La ironía sin una buena cuota de inteligencia es una
ordinariez.
V
Nos pasamos transformando entre lo animal y el puro espíritu,
recolectando el vértigo de los signos.
VI
Abismo de flores negras que se inclinan
y se sumergen en un mar claro como tu sonrisa.
VII
Te daría mi sangre, amor, pero está envenenada por la
Oscuridad.
VIII
De los dioses simplemente somos un resto de nostalgia.
IX
Te quedarás sin argumentos
antes que el Diablo termine de pronunciar tu nombre.
X
La experiencia es simplemente el nombre que le damos a
los errores.
XI
Ubi ululant Sphinges
Desperté en la pesadilla de un nuevo día
la mañana es un estado mental
me propongo mientras
busco mis zapatos que me llevarán
a la jornada de un día más colgado
en el almanaque
colgado iré en el ómnibus
como un embutido
colgado como los poetas que sufrieron
estos días cuyas pesadillas blancas
arenas del hastío
hielos de las soledades
de escritura y poemas y música venenosa
UBI ULUNAT SPHINGES
UBI ULULANT SPHINGES
UBI ULULANT
volver y revolver andar en la ciudad
de las esfinges calladas
el nuevo Egipto despierta de la pesadilla
para sumergirse en el Nilo de la pesadilla
turbia
angosta
adusta
imbécil y resentida
húmeda gris cielo encapotado
sol reumático de Heliópolis
sobre desocupados y malandras
brillando histérico en los cardúmenes de automóviles
siniestros
como dirigibles o cucarachas
Nuevo Egipto despertando a la pesadilla diaria
DONDE AULLAN LAS ESFINGES.
XII
Desvaríos
He cruzado noches cubiertas de iniquidades
He caminado por calles de violentas protestas
he soñado con pesadillas pegajosas embrionarias
Me extasié con licores venenosos selenitas
Encadenado a la soledad bebí largos tragos con ella
Hallé un ángel en el vientre de una mujer
Y supe que fue un regalo divino
Aplasté cucarachas contra la pared y escuché
El lamentos de seres que perdieron el juicio
Me mojaron las tormentas de invierno y estío
Reflexioné sobre la restinga envuelto en espuma y yodo
Besé cien veces y más el crepúsculo vespertino
Lo pinté buscando los colores adecuados a mis emociones
Obligué al llanto y al dolor tajeando con palabras
Corazones almas labios que me dejaron
Fui capitán y náufrago de mi destino
Invoqué deidades imposibles y planté flores sencillas
Nunca el Cielo se encarnizó conmigo
Sin embargo yo lo hice con él, blasfemias, muertes
Cotidianas astillando mi cabeza con vidrios oscuros
He cenado con la locura sentada en mis piernas
Y la injurié y la halagué hata el hastío
Me mordió durante las noches carnívoras
Pero disfruté de sus malvados encantos hasta que
No pude más … casi no puedo más
He charlado con la Muerte metafísicamente
Y me entendía porque sí simplemente
Fumé cigarrillos de gas sarín entre escombros
Y tatué mis brazos con afiches de desaparecidos
He perdido una joya que el mismo firmamento
Desearía poseer para adornar sus estrellas
Igual encontré en el fondo del túnel
De este tren que me lleva por estaciones extrañas
Tu belleza que me esperó con las manos tendidas
Con los ojos de cielo perdido
Y con una voz que obliga a los arcontes a escuchar
He andado por latitudes sureñas
Siendo un engranaje bien aceitado quizás
Pero en el oasis de la vida no te hallé, princesa.
XIII
Por lo general de un pensamiento se pasa al siguiente
y en ocasiones no se sabe cómo fue la relación que entre
ellos se da. Es similar a cuando alguien encontrándose en una
calle la cruza sin saber cómo lo hizo.
XIV
Las palabras que se dicen con el corazón carecen de un lenguaje para
manifestarse, quedan atrapadas antes de ser pronunciadas o escritas, y
es por medio de los ojos que pueden leerse.
XV
Es suficiente que el Mal le espute a la cara del Bien un aire
caliente y hediondo de un pecado, para que el Bien se
emapañe y se quiebre en su delicadeza, rompiéndose como el
tallo de una flor silvestre, marchitándose como el azahar.
XVI
El tiempo no es un hilo al cual se le puede hacer nudos como
para medirlo; el tiempo es un plano oblicuo que fluye
y que la memoria tiene la capacidad de moverlo y aproximarlo,
para que, de esta manera, él pueda describir los hechos de la
vida, y del pensamiento, que se manifiesta a través de la
escritura, del arte, la ciencia y la religión. De esta manera
el tiempo deja su marca, sus signos, aunque siga fluyendo
como unrío.
XVII
Las palabras son iguales a espejos sombríos, y estos
no pueden describir la luz; entre la luz y los espejos
sombríos se encuentran mediando el signo o el objeto oscursos
que les permiten nacer.
XVIII
Julio Inverso, un gran poeta: "My dreams expain to my
self how I lose my spirit"
"Mis sueños expían a mí mismo como pierdo mi espíritu".
Minerva Olmos
Multa nobis
I
Me envuelve un viento digital
como a una estatua de uranio;
espero la lluvia
para que el viento no me haga daño.
No es resignación sino que acepto
la condición que se me ha asignado.
II
Para una mujer sofisticada.
Cabezas de minotauros te regalaré
para que compres lunas nuevas que
lloverán sobre tus mejillas encantadas
y roerán los laberintos circulares del alma.
Te voy a comprar una pistola
para que te pegues un tiro en el cráneo,
y así poder saber lo que pensás
sobre mí y sobre el minotauro.
Eres una chica elegante, o sí!!,
sin embargo eres una bruja podrida
que ensaya en su cueva brebajes
para envenenar a los pobres.
También tu aficción por el consumismo capitalista
te ha dejado insensible ante los otros,
e intentás seducir a cualquiera
con perfumes de arena y molusco.
Te deseo lo peor, mi querida,
tu suerte está echada ...
III
Se me apareció resplandeciente y radiactiva
porque soy el último minuto del reloj,
en nuestra piel está escrito el destino en latín
con letras góticas; ¡si al Cielo me pudiese elevar!,
no estaría en el fango sumergido de este mundo abortado.
Y por eso te apareces ante mí con tus luciérnagas
en el sueño de inconclusos corredores te encuentro
después de tantos años, estás cambiada para mal,
fuiste un hada y ahora eres una bruja cansada
de tanto andar deambulando por los sueños ajenos;
conjurándote al amanecer busco una luz que me guíe
salvándome de tus ojos celestes sin savia que llore
como una enorme tormenta acostada en el sur.
IV
Te seguiré más allá de la Nube de Oort.
Te seguiré hasta los templos del futuro.
Escalaré peldaños de ónix o de cemento.
Y entre las lunas de Saturno te hallaré
suspendida entre las estrellas del firmamento.
Se muere entre tus manos con óxido, el corazón,
húmedo planeta de emociones …
Sin embargo te amaré entre pirámides milenarias
bajo el cielo enrarecido de Marte
Te desearé como un Cyborg a una flor de baquelita
mientras que Japeto brilla a los lejos.
Exclamaré: ¡Eros, inspiras tan diversos placeres
como los extraños cielos de los exoplanetas!
Tus manos de jazmines venusinos rozarán
mis mejillas quemadas por los soles de Alfa del Centauro.
Y en el vergel que flota en el espacio oscuro
nos amaremos como dos ríos que se juntan
porque tú y yo, somos un poco como peregrinos errantes
en el desierto marciano, y los sueños, espejismos
que avivan nuestra sed sin apagarla, pero por ésta
aún sabemos que estamos con vida …
Manifestaciones sombrías, salvajes, que exhalan
tus cabellos plateados por el astro me inspiran
a seguir buscándote, princesa, más allá
de los planetas exteriores y de la Nube de Oort.
V
Ese perfume habla otro idioma.
VI
No soporto el silencio agudo de los serafines.
VII
Te visitaré en tus sueños
como un fantasma cobalto.
Tú sabrás quién soy
porque tu instinto lo descifrará.
Te susurraré palabras de amor
mientras se derrama
de la noche la lluvia.
Te acostumbrarás a mí
como un silencio profundo;
rogarás al Cielo
para que te deje tranquila,
porque te rodearé
igual que una niebla de mirra,
que perfumará tu lecho
en donde te encuentras dormida,
soñando, quizás, soñando
con mis ojos de hidra.
No te atormentaré
durante la noche mojada,
simplemente me encontrarás
Recostado en la almohada.
y te besaré
con mis labios de limbo,
cuando tus ojos se abran
despertando tu nimbo.
VIII
He nacido en un mundo de códigos
que se alimentan de la voluntad humana;
soy un internauta donde mi yo
se fragmenta en laberintos de fibra óptica;
en este mundo en el que los satélites vigías
escanean a la humanidad, donde la música
digital y las pinturas holográmicas
proliferan con animo de naturaleza muerta.
Yo me elevo gracias a una fe incondicional
la que me permite deambular
entre callejuelas de barrios y arrabales.
He nacido, repito, en el Tercer Planeta
del sistema Solar cuyo nombre verdadero desconozco,
como las profundidades del océano primitivo,
como la pureza del alma de mi amada.
IX
La venganza es una obesa forma de prisión.
X
Las máquinas se detienen
con pavor
ante el mar
y su color.
XI
Quisiera darle un nombre a la lluvia.
XII
Desagradable
como dos maniquíes
columpiándose en hamacas.
XIV
Te deseo tanto
que el cielo
derrama semen de aurora.
XV
La ironía sin una buena cuota de inteligencia es una ordinariez.
XVI
A veces encontramos al Destino
en el camino que tratamos de evitar.
XVII
Nos pasamos transformando entre lo animal y el puro espíritu,
recolectando el vértigo de los signos.
XVIII
Abismo de flores negras que se inclinan y se sumergen en un mar
claro como tu sonrisa.
XIX
Arranca un trozo de hielo de tu corazón,
si es que lo encuentras.
XXI
El alma despierta lúcida
de su sueño de hierbas
y se ramifica
con los sentidos
para aprehender la Realidad.
XXII
Debe ser ley el contrato natural de la
mano con el astro.
XIII
¡Otoño, Príncipe ocre! Las rosas
vuelven a florecer bajo tu tibio sol.
Tardes de melancolía derramadas en el
horizonte y en los corazones. Estación de
pájaros migratorios y de amantes que se
citan en los parques.
XXIV
Mañana será otro día, me digo
durante la madrugada, y tendré la misma
sed de escribir poesía.
XXV
Te daría mi sangre, amor, pero está
envenenada por la Oscuridad.
XXVI
De los dioses simplemente somos un resto
de nostalgia.
XXVII
Cuando miras el abismo, éste te mira a ti.
XXVIII
Te quedarás sin argumentos antes que el
Diablo termine de pronunciar tu nombre.
XXIX
La experiencia es simplemente el nombre
que le damos a los errores.
Claros de la
oscuridad
I
A Rosana
Ahora que recuerdo aquel momento
cuando tus labios
se posaron sobre la flor de mi vida
igual que la luna en el cielo de la madrugada,
pienso que el amor tiene tantas aras
como las sombras
que se proyectan en las alboradas.
¡Qué sutil!, ¡placer sin tiempo!
fueron esas caricias
durante la tarde que nos iluminaba.
Creo que cuando los años pasen
aquel recuerdo será similar a una melodía
cuya armonía cubrirá mi cuerpo
como vos cubriste con tus labios la flor de mi vida.
II
No seas ejemplo de nadie
porque tú eres poesía.
III
Poseo noches largas
y no sé cómo usarlas.
IV
Sus maldiciones serán devueltas
por sus manos grises de desventuras.
V
Hay secretos que guardamos tanto
que los ocultamos hasta de nosotros mismos.
VI
Nunca tendrás la calma suficiente
porque los espíritus desencarnados
se aferran a tu espalda.
Y aunque enciendas inciensos y velas
las sombras cubrirán tu alma
como tormenta de cualquier estación.
No hallarás palabras de consuelo
ni miradas que mitiguen las penas,
tu condena es igual a un emblema
que se incrusta en tu triste emoción
de vivir sin consuelo, atado a un ancla
de un barco cuyo rumbo es el limbo.
VII
Soñaba tanto con ella
que las sábanas la recuerdan.
VIII
Profundo silencio destilan las cosas.
IX
Yo no estaré a salvo
y ahora realmente te encuentras
sumergida en la sopa animal del tiempo.
X
Yo podría decir que el miedo
es una mano de hierba
que conduce el alma al Hades.
XI
Estas manos tienen algo de mágico
pues sólo tocaron tu rostro.
XII
El que sostiene el misterio
y destruye el dogma
es un visionario.
XIII
El mundo nos abre las puertas
y las fisuras del tiempo,
mientras que la Naturaleza narra en sus hojas
de sus teclas los pasos que vamos dejando.
XIV
Flores de cobre nacen
al ritmo del relámpago.
XV
Mañana mineral que disuelve el oro del sol
y levanta la escarcha de la madrugada.
XVI
El ángel que hay en vos despierta
a tu diablo que tiene envidia de su lujuria.
XVII
Sos una mañana de primavera
que se aferra al invierno helado.
XVIII
Tal vez algún día comprenda la soledad en la que habito.
XIX
El anochecer de un milagro
posee la sombra de un buen augurio.
XX
Muchas cadenas. Cadenas innumerables
están soldadas al cielo y al pantano
de tus días inciertos.
XXI
Abismo de flores negras
que se inclinan y se sumergen
en un mar claro como tu sonrisa.
XXII
Las cosas que más intentamos ocultar son las más
fáciles de ver.
XXIII
Vos sos aquello
que los griegos, egipcios y sumerios
alababan,
matriz, origen, el principio de la nada.
XXIV
Existen signos que se miran entre ellos,
y que no tienen una configuración exacta.
No hay vínculo entre nosotros y las divinidades
si no es a través de ellos,
imágenes, íconos, símbolos …
Por este motivo las entidades divinas
nos hablan desde el sueño y de los enigmas sin tiempo.
XXV
El Uruguay, el planeta, el sistema solar, la Nube de Oort, la
Vía Láctea, guías espirituales, vedas, ángeles y serafines …,
¡pueden irse todos a la concha negra de sus madres! ¡Que se
los trague un agujero negro! ¡Que se conviertan en polvo, en
sombra, en nada!
XXVI
Recolectando hologramas
como flores de primavera
vas por tu apartamento lujoso
con tu alma de negra pena.
XX
¡Recógete, animal de un reino hecho pedazos!
Poemas oscuros
I
Sal de lágrimas de mil ángeles
que tiene en su origen
la destrucción.
El Resucitador te traerá la mala suerte
de tus ancestros
hasta que te persignes mirando hacia el sur.
Voces de amantes antiguas te cercarán
entre las brumas
de los dioses sin tiempo.
Desde la Oscuridad escucharás la voz
de ella que te guiará
hacia el amanecer de auroras verdes.
……………………………………………………
Salt of tears of one thousand angels
that they have in their origin
the destruction.
The resurrection man will give you the bad luck
of your elders
until cross yourself looking at the south.
Voices of antique lovers will wall in you
among the mist rising from the sea
of timeless gods.
From the darkness you will hear the voice
of she that guide you
to the dawn of green lights.
II
Es demasiado esperar por ellos:
los viejos, los pobres, los expoliados
que se lamentan día a día
en la floresta herrumbrada del capitalismo.
Más allá de su color y de su etnia
lloran como racimos de uvas las tristezas
que el Cielo recoge para sembrar
esperanzas, ilusiones, caridad.
Ellos son los crucificados que miran
hacia el oriente con la expectativa
de un cambio, para sus hijos, frutos
de una tierra estéril y ajena a sus voluntades.
III
Somos unos inocentes espectadores
ante la barbaridad y crueldad del poder.
IV
A Camila Olmedo
No pasaba más la madrugada
y yo, en la cama, acostado a tu lado
mientras oigo las constelaciones
y siento tu cuerpo tibio
que me ahuyenta la nada.
Pasaban las horas
en su carruaje de rosas
y en mi silencio suplicaba
que no me dejaras solo, que no me abandonaras.
Eran de la madrugada las cinco
cuando mi cabeza rodaba,
en la oscuridad de julio
entre tus cabellos y la almohada.
Dos horas faltaban para que clareara,
en tanto la oscuridad espesa
a mi alma agobiaba,
y me dormí nuevamente
sintiéndote a mi lado callada,
aspirando tu perfume floral
que me envolvía y me arrullaba.
La habitación oscura de pronto
se tiñó de una luz alborada,
fue cuando desperté
queriendo apreciar la mañana,
con sus pájaros sueltos que cantan,
con las plantas y flores engalanadas.
Me abrí al amanecer como un río
que desemboca en la mar salada,
y no queriendo despertarte
te contemplé en tu inocencia labrada.
V
¿Qué nos quiso decir
el trueno con palabras de acero?
¿Qué nos quiso transmitir
el relámpago con su luz violeta?
¿Acaso el invierno tiene nostalgias
de lozanas primaveras?
¿O es la voz profunda
del Cielo que ampara?
La lluvia cae copiosamente
haciendo del paisaje un ensueño,
donde los pájaros buscan refugio
para su consuelo.
Suenan las campanas
con su monótono discurso
recordándonos que el Tiempo pasa.
Son oblicuas las sensaciones
al contemplar,
a la bahía, al río y al cerro.
Viene la tarde a seducir
con sus ojos, amores eternos.
VI
Te seguiré más allá de la Nube de Oort
Te seguiré hasta los templos del futuro
Escalaré peldaños de ónix o de cemento
Y entre las lunas de Saturno te hallaré
Suspendida entre las estrellas del firmamento
Se muere entre tus manos con óxido, el corazón,
Húmedo planeta de emociones …
Sin embargo te amaré entre pirámides milenarias
Bajo el cielo enrarecido de Marte
Te desearé como un Cyborg a una flor de baquelita
Mientras que Jápeto brilla a los lejos
Exclamaré: ¡Eros, inspiras tan diversos placeres
Como los extraños cielos de los exoplanetas!
Tus manos de jazmines venusinos rozarán
Mis mejillas quemadas por los soles de Alfa del Centauro
Y en el vergel que flota en el espacio oscuro
Nos amaremos como dos ríos que se juntan
Porque tú y yo, somos un poco como peregrinos errantes
En el desierto marciano, y los sueños, espejismos
Que avivan nuestra sed sin apagarla, pero por ésta
Aún sabemos que estamos con vida …
Manifestaciones sombrías, salvajes, que exhalan
Tus cabellos plateados por el astro me inspiran
A seguir buscándote, princesa, más allá
De los planetas exteriores y de la Nube de Oort.
VII
Como un náufrago en el mar
me encuentro en esta existencia lamosa,
perdido esperando una señal
para que me saque de este estado tullido,
pájaro diurno perdido
en la noche y su oscuridad
me entrego a momentos prohibidos,
y después siento el malestar
de haber sido quien he sido,
nubes de tormenta se acercan
como murciélagos con bríos
para devorar las entrañas suicidas
de algunos momentos tranquilos,
también se acerca la soledad
con sus pasos flotando en el piso,
y sus palabras son susurros
que me angustian el oído,
¡debo calmar mi ansiedad!
porque sino me comen los bichos
que se introducen en el corazón
como un veneno su líquido,
¡me voy a buscar en la noche
un fantasma antiguo y querido,
que me consuele las horas rotas
con su velaje tan fino!
VIII
Cuando uno está aburrido totalmente de todo, como el tedio
que agobia, ¿qué queda por hacer? ¿Emborracharse, tal
vez, drogarse para salir un rato de este mundo amurallado,
buscar en una mujer la lujuria, salir a correr hasta cansarse
y escupir los pulmones repletos de cenizas, masturbarse,
buscar en el suicidio la salida …? La verdad es que no me
consuela ni la escritura, ni la lectura, ni Internet, ni los
paseos por el Rosedal, ni sentarme en la rambla, ni nada …
Sólo me queda el consuelo de dormir, sí, dormir por siempre,
como decía Hamlet en su duda existencial:"Morir, dormir".
Ocultarse bajo el sueño y esperar que las horas pasen, y así
dejar que el tiempo transcurra, y no despertar, no despertar
jamás …
IX
Vos sos aquello
que los griegos, egipcios y sumerios
alababan,
matriz, origen, el principio de la nada.
X
El Uruguay, el planeta, el sistema
solar, la Nube de Oort, la Vía Láctea, guías
espirituales, vedas, ángeles y serafines …, ¡pueden irse
todos a la concha negra de sus madres! ¡Que se los trague un
agujero negro! ¡Que se conviertan en polvo, en sombra, en
nada!
XII
Desagradable
como dos maniquíes
columpiándose en hamacas.
I
Te llevarán cálices oscuros y amargos
te nombrarán con palabras de acero
jugarán con tu cordura y tus sueños
ellos, los inefables seres sin tiempo
buscarán en la bruma tu nombre
para hacer que éste se embriague
y luchando como titanes saltarán
sobre tu sombra querida, sin vacilar …
pero a pesar de este sombrío augurio
yo te elevaré con mi canto y mis besos
a vos, querida princesa de un cuento
que escribirá una niña en mil años
y estaremos presentes alma con alma
más allá de la última sombra que lleva
y nos amaremos entre nubes y ríos
bajo el tibio sol y la luna llena.
Federico Rivero Scarani
………………………………………………………
Ils te donneront des calices sombres et amers
Ils te nommeront avec des mots d'acier
Ils joueront de ta sagasse comme de tes rêves
Eux les êtres sublimes, ils chercheront sans cesse
Ton nom dans la brume òur t'enivrer
Et, luttant comme des Titans, ils sauteront
Sans vaciller, sur ton ombre chèrie
Mais en dépit de ce sombre présage
Je t'élèverai, moi, de mon chant et mes baisers
Pour toi, princesse de ce conte qu'écrira en mille ans une petit fille
Et nous serons nous deux, nos deux âmes mêlées
Au-de là de l'ombre ultime qu'elle appoorte
Et nous nous aimerons, entre nuages et rivi ères
Sous le ti ède soleil et sous la pleine lune.
...............................................................
I
Te seguiré hasta los templos del futuro
Escalaré peldaños de ónix o de cemento
Algo en mí comenzó a asustarme
Son los vientos de la última tormenta
Pero igual te seguiré por que sos mi hada
Andaré a tientas por latitudes sureñas
Seré un engranaje bien aceitado quizás
Igual te seguiré hasta que me digas basta
Aléjate de mi vida de mi aire y mi sueño
O tal vez ofrezcas tus días para mi consuelo
En el oasis de la vida te seguiré princesa.
Federico Rivero Scarani
.......................................................
I will follow you to the temples of the future
I will climb the rungs made of onyx or concrete
Something inside me began to frighten me
They are the winds of the last storm
Nevertheless I will follow you because you are my fairy
I will walk groping around southern latitudes
I will be a well oiled gear, maybe
I will follow you anyway until you tell me to stop
Keep away from my life, my air and my dream
Or perhaps you will offer your days for my relief
In the oasis of life I will follow you princess
Translation: Marcos Wasem
.......................................................
Je te suivrai jusqu'aux temples du futur
Je gravirai les marches d'onyx ou de ciment
Quelque chose en moi s'installe et me fait peur
Ce sont les vents de la derni ère tempête
Mais qu'import! Je te suvrai parce que tu es ma fée
J'irai même à tâtons jusqu'au fond du grand sud
Peut-ètre te serai-je engranage bien huille
Je te suivrai jusqu'a t'entendre me dire assez
Eloigne-toi de ma vie de mon ir et de mes rêves
Ou peut-être offres-tu tes tours pour ma consolation
Dans l'oasis de la vie je te suivrai princesse.
Traducción Roland.
.......................................................
Te seguerei até os templos do futuro
escalarei degraus de onix ou de cemento
algo em mim començou a me asustar
sao os ventos da última tormenta
mas igual te seguerei porque você é minha fada
andarei tenteando pelas latitudes do sul
serei uma engranagem bem azeitada tal vez
igual te seguerei até você me dizer chega
afasta-te da minha vida do meu ar e do meu sonho
ou acaso ofereças teus días para meu consolo
no oasis da vida te seguerei princesa.
Desde el ocaso

I
Soy hijo de un siglo impío
Donde se retuerce la mugre y la desidia
Camino solo por la avenida
Y veo a la grey enloquecida
Sus obligaciones la llevan al delirio
Y se empujan en el ómnibus
Como rebaño de vacas estúpidas
El sol es tapado por la bruma
De un otoño que llevo adentro
Y que no se despeja
Ni con brisas ni con viento
Los árboles sin hojas ya
Muestran su esqueleto
Y el río a lo lejos
Se encrespa como un gato
La miseria y la indigencia
Que se aprecia como un cuadro
Dan testimonio de una época podrida
Yo que amo el arte y la naturaleza
Me siento fatigado y deprimido
Encuentro, tal vez, en una mujer que pasa
Lo maravilloso que se traga el hastío.
II
Descendió un ángel del cielo
Y agarrándome de los pelos me dijo:
¡"Vicioso, apiádate de los demás
Y de tu alma manchada"!
Y sacudiéndome me tiró contra la pared
"Yo no estoy obligado a nada", le respondí,
Vete al cielo donde las estrellas se tocan
Pero el ángel furioso me volvió a recriminar:
"¡Tenías que ser poeta para
Contener tanta maldad!"
Y se fue dejándome preocupado
¿Qué tendrá que ver la poesía
Con mis desafortunados arrebatos?
III
Soy extranjero en mi tierra de cielo gris;
He vivido entre la grey infinita de los hombres;
Los notaba a todos atrapados por el silencio y la muerte.
He deseado sumergirme en el hueco de mis abismos,
Y, parado bajo el ojo siniestro del pensamiento,
No halló mi corazón el bienestar del reposo;
Mi melancolía me hacía volver al mundo;
Por debajo de mí la vida huía como un sueño,
Y en el cielo estrellado brillaba eterno mi destino,
Que no estaba seguro de que fuera mío
Y volvía a la melancolía atroz otro día más.
IV
Yo soy la oscuridad, el desterrado, el antiguo,
El montevideano en un edificio abandonado.
Mi signo ha muerto en la oscura noche
De mi melancolía, se ha apagado.
En la consoladora noche vos me has arrullado
Con tu tibieza de mujer bondadosa,
Y una flor crece dentro de mi pecho
Es una rosa que en la enredadera reposa.
¿Soy tu amor, soy tu dios, o un poeta?
El beso de Atenea en mi frente poseo;
Yo deambulé en los rincones de la magia…
V
Cae la helada en la noche eterna
Mientras la luna gira en el cielo
Es pasada la medianoche
Y los sueños comienzan a surgir
Pero a mí me invade el insomnio
Es una película en cámara lenta
Surgen recuerdos y quimeras
El frío lo abarca todo
Como una sábana invisible
Es la hora de los grafiteros anónimos
Es la hora de los muertos
De las hechicerías verdes
Juegan en los parques los duendes
Y algún travesti aburrido
Los ve danzar mientras su maquillaje
Se perla por las gotas de rocío
Un indigente se revuelca
En la cama de la pobreza
Junto a los duendes los autos paran
Árboles oscuros contemplan la escena
El travesti se acerca
Conversa gesticula y sube al coche.
VI
Luna lunita que espera
A la noche con sus estrellas
Me acompañas con tu luz
De plata y oro
Por las calles de mi barrio
Luna lunita lunera
Que descuelgas por el aire quimeras
Me proteges de los espíritus malos
Y de los malandras que tajean
Luna de hechicerías nocturnas
De amores inspiradora
Es tu halo un círculo mágico
Mientras te cuelgas del cielo como una fruta
Guías como un faro solitario
En los roquedales de las nubes
Luna lunita lunera
Por más que halla gente que te temiera
Yo te alabo desde la tierra.
VII
De Babilonia recibí el talismán
Y crucé siglos cuidándolo
Más que a mi corazón
Hoy olvidé su significado
El polvo del tiempo me erosionó
Creí en los dogmas y en Baco Tricornio
Sangré teología edifiqué fibras etéreas
Y heme aquí tan lejano del principio
Que el vértigo lo descubrí en un chevette.
VIII
Los Románticos denominaban Melancolía
Al estado de Depresión, enfermedad
Que es un cáncer para el alma.
Ese estado mórbido los llevó a componer
Obras de arte, estimulados por alguna sustancia tóxica
O alucinatoria que los transportaba
Hacia regiones del espíritu vedadas al hombre cuerdo y sano.
Los Románticos eran unos sujetos enfermos:
Por la época, por el clima, por sus amores, por la realidad
La Melancolía los arrastraba hacia su limbo
Y los instaba a componer con un desmayado espíritu
Y una lucidez febril que los hombres comunes carecían.
Sus pálidas almas encontraban en el arte
La alquimia de sus verbos íntimos y personales
Podían desahogarse tocando el piano
Pintando o escribiendo mientras la Melancolía
Los acariciaba como una amante triste.
IX
¡Otoño, príncipe ocre!, tiene un antojo: hacer
florecer sus rosas tan hermosas como dos primaveras juntas. Otoño confidente
de amores de parque donde las parejas se unen en
abrazos y caricias. Eres una nueva primavera que hace florecer los rosales.
X
Una variación del poema "Las vocales" de A. Rimbaud.
A azul, E amarilla, I, roja, O verde, U negra, vocales,
sus orígenes escapan a los sentidos humanos;
A, azul mar que lame las orillas blancas con su espuma
y del cielo su color más antiguo que la humanidad.
E, amarillo sol que despunta en el horizonte reluciente
donde van los pájaros a embriagarse de luz y calor.
I, roja como la sangre inquieta de los enamorados
durante la primavera, crepúsculo vespertino bermejo
que toma de la mano a la noche para que se instale
sobre los seres y las cosas con sus estrellas y lunas.
O, verdes campos y colinas de mi país al sur del hemisferio,
ojos glaucos de mujer que seduce a los hombres y mujeres,
verdes plantas de jardines emotivos donde florecen jazmines.
U, negra noche colmada de hastío, con la soledad pegada
como una negra mancha en la espalda, negra sombra
de peligros nocturnos donde las rameras conversan con los asesinos;
U de viento ululando por las ruinas de oscuros terrenos uliginosos.
Todas ellas se unen en una correspondencia vedada al hombre.
XI
Qué te diré de mi oscura existencia
excomulgado del Cielo y de los hombres
como un insecto dañino voy volando
por los días de un eterno calendario
Siento a veces la presencia de entidades malvadas
que me susurran al oído venenosas palabras
puede que sean invenciones mías, alucinaciones
de tanto estar solo con mi sombra ya cansada
Qué te diré de mi origen: quizás sea un sueño
de algún ángel protervo que se extasía alegremente
con hacerme sufrir, con condenarme al esplín
¡Pido, por favor, al Cielo!, que me arranque
de esta desventura que voy llevando como una cruz
pesada y santa como la de Aquel que también sufrió.
XII
Los poetas buscan las palabras
no sólo para expresarse sino
para descubrir nuevas regiones
del alma, o del fugitivo sueño
y así componer sus poemas
son los que conservan el acervo
de la lengua: ellos bucean
en el lenguaje para rescatar
del olvido las palabras que
en ocasiones poseen el don
de crear nuevas realidades
ya que ésta es tan mezquina
que los atormentan noche y día
Los poetas están condenados
a sísifo labrar los poemas
usando su mente y su corazón
para exorcisarse de la vida cotidiana.
XIII
Me pesa sobre el cuerpo una tristeza
tan pesada como el granito de una lápida.
Y no sé qué hacer para que se me vaya
el dolor que me cansa hasta la espalda.
Muero, de a poco muero en este sucio días gris
que al despertarme ya presentía la desgracia.
No consigo consuelo ni abrigo para tal fatiga
de existir, mi alma pareciera que estuviera obligada
a dar tumbos por esta primavera enferma
a la cual cortaría si pudiera con una espada.
Se me ha muerto un pedazo de mi vida
y ya no encuentro ni en las flores alegría,
ni una caricia al alma poseo para consuelo
sólo una tristeza infinita que me aprieta el cuello.
XIV
Aquel que sostenga
que tanto el olor como el sonido
poseen el espacio por naturaleza,
se deberá convencer de su equívoco
pues con sólo buscar
el lado izquierdo o derecho
de un sonido (tal vez el canto
de un pájaro furtivo),
o imaginarse un perfume al revés
como un jazmín dado vuelta,
caerá en el abismo metafísico
que del filósofo es un infierno.
XV
Estamos rodeados de signos
que a veces nos hablan,
la Naturaleza toda
por suerte nos ampara.
Un ángel protervo vuela
desde el cielo sombrío,
y le pone nombre a las cosas
como Adán en el Paraíso.
Quiere confundir al hombre
con símbolos, mitos e íconos,
se oculta en una iglesia gótica
y lee en el frontispicio
un epigrama en latín
y sube al Cielo sin ganas.
Estamos rodeados de signos
como una estrella con sus planetas,
confunden igual que en Babilonia
al hombre y sus sentidos.
XVI
No tengo las respuestas
para esta noche tan larga,
apenas me dan las ganas
de escribir algo
que se parezca a un poema.
Hoy corté jazmines
para mi hija y para vos,
perfuman el living con violencia
mientras la noche se va cerrando.
No me siento amargado
porque cuento contigo,
con tu corazón de fruta
y tus besos, tu mirada
con los cuales me consuelo
mi querida amada.
XVII
a Camila Olmedo
Soy un poeta pobre
mas no un pobre poeta
la miseria me destila los días
sin embargo en mi alma
se explayan flores
METÁLICAS
¡qué cansado estoy a veces!
escribo porque es mi condena
escribo porque es mi absurdo pacto
CON LA OSCURIDAD
no tengo ni una moneda
no tengo ni una palabra
que me aliente, excepto
LA TUYA, AMOR
la tuya
que con su claridad ilumina el habla
como cuando se abre el alba
tiñiendo con su luz
CADA RINCÓN.
XVIII
Tozaré flores para vos
esas que te transportarán
con su aroma y color;
serán gladiolos y jazmines
mientras el cielo se cubre
y la tormenta amenaza.
Será durante la primavera
cuando el jacarandá
deja llover sus flores lilas;
Trozaré flores para vos
porque con ellas te diré
te quiero, te amo, mi vida,
ya que sos mi consuelo
para mi sangre herida.
Tus ojos brillarán
como estrellas de la noche,
y en ésta encontraré
el silencio de tu voz apagada.
Trozaré flores para vos:
rosas, margaritas, glicinas,
porque sos mi princesa
y la mejor flor divina
del jardín de mis días
del jardín de la vida,
siempre buscaré flores
para obsequiarte, mi niña,
y si me tengo que ir
más allá de los jardines,
no te olvides que te entregué
flores coloreadas y perfumadas,
todo porque me has inspirado
y me has ayudado a salir
del lado oscuro de la vida
por tu gracia y tu alma
tan profunda como el cielo
tan hermosa como el vuelo
de un pájaro bermejo.
Trozaré flores para vos
porque así yo lo quiero
por puro instinto y deseo.
XIX
La llovizna diagonal desdibuja
la bahía de Montevideo,
y pienso, "te quiero"
aun en el cadáver gris del día.
Los árboles y las plantas
absorben con avidez el agua
que del cielo encapotado cae
como cristalinas ráfagas.
Hay un ensueño en la Ciudad
todo parece monótono.
Es que la tarde se ha puesto a llorar
quizás por algún corazón roto.
El río plomizo en calma
recibe aun más agua,
y su calma parece ser
la plenitud que sentiría un alma.
XX
Sertralina, amiga mía, confesora
De instantes deprimentes, me das la fuerza
El sostén para andar en estos días rotos.
Sertralina, te quiero como a una amante
Como el cuerpo de una mujer desnuda
Que viene hacia mí cuando estoy postrado.
Sertralina, tu nombre es de ninfa antigua
Coronada con flores eléctricas que
Hacen que mi serotonina funcione
Y pueda encarar el mundo con rostro de limbo.
Sertralina, te injiero de mañana
Es lo primero que hago antes de ir al baño
Y tus químicos me hacen efecto
Y así encaro la realidad, Sertralina, mi amor.
XXI
Tengo la certeza de que hay un mundo mágico
que nos rodea el sueño y el inconsciente son dos instrumentos que penetran
en él pero la vida cotidiana nos patea despertándonos de esos dulces
momentos. Un atardecer, despliega sus colores por el cielo tan
delicadamente y perfecto como un perfume que nos traslada a regiones
olvidadas.
Un parque, allí si tuviéramos los ojos limpios de tanta decadencia,
veríamos hadas
o elfos jugando entre los troncos, pero estamos contaminados de tanta
cotidianeidad que no se nos revelan. El mar, profundo e inquieto besa la
orilla igual que un tritón a una sirena, y todas estas imágenes que nacen
de raptos de poesía se incrustan en nuestras almas que están separadas de
la Naturaleza. Son el sueño y el inconsciente quienes nos consuelan con
sus mágicas virtudes: el inconsciente se manifiesta en el sueño para
acariciarnos y consolarnos, para susurrarnos imágenes y palabras como en
una visión profética; y nos arrulla sin pedirnos nada, a diferencia de la
cruel Realidad Histórica que nos lacera con sus mil iniquidades.
XXII
Te amaré hasta el próximo milenio
Cuando las naves surquen el espacio infinito,
Veremos las lunas de Saturno
Y a Titán con su lago venenoso.
Te amaré con la placidez de las órbitas
Y navegaremos entre los asteroides;
Veremos al Sol tan cerca
Que iluminará nuestras ilusiones.
XXIII
Yo soy la oscuridad, el desterrado, el antiguo,
El montevideano en un edificio abandonado.
Mi signo ha muerto en la oscura noche
De mi melancolía, se ha apagado.
En la consoladora noche vos me has arrullado
Con tu tibieza de mujer bondadosa,
Y una flor crece dentro de mi pecho
Es una rosa que en la enredadera reposa.
¿Soy tu amor, soy tu dios, o un poeta?
El beso de Atenea en mi frente poseo;
Yo deambulé en los rincones de la magia…
Y he navegado con Flegias sobre la laguna Estigia,
Recitando a intervalos versos mientras las almas se quejan,
Pero callan cuando un mortal su pena lleva.
XXIV
Como una tormenta llego, y me instalo en los
rincones de los pensamientos de los que están presentes, son poetas y
poetisas que leen sus textos y charlan bebiendo algo; fuman porro y ríen.
Los observo: todos tienen carpetas con hojas de poemas que luego recitarán
en la noche larga. Escucho a una poetisa leer un poema sobre Caín y Abel,
y lo que me resultó sentir fue que era que estaba leyendo la Biblia, pues
hasta versículos de la misma leía. Realmente un bodrio, fue aplaudida,
¡qué costumbre de aplaudir lo malo! Al rato leyó un afeminado que hacía
una apología al falo y al erotismo entre los varones. ¡Basura! La gente
seguía bebiendo y charlando, eran pocos los que prestaban atención a las
lecturas; la luz era tenue. Y así pasaron cinco poetas a los cuales no les
entendí nada, no sé si eran neobarrocos o calambres llanamente. Hasta que
llegó un joven de unos treinta y pocos y leyó un poema sobre la oscuridad
y la decadencia, sobre el amor frustrado y sobre la noche. Creo que era un
poema gótico, muy bien elaborado, con buenas imágenes y excelente
vocabulario. Fue lo mejor de la noche. Entonces tomé mi saco y me lo puse,
miré alrededor y observé la cantidad de poetas que hay y la poca poesía
que existe. Me fui.
XXV
Dicen que en la niebla los hombres se pierden y que ni los dioses los
pueden encontrar, pero yo te encontraría por tu canto y por la belleza
que irradia tu belleza de mujer.
XXVI
El muchacho pobre y de barba
Toma un paquete de comida
Que una monja le da
Por la ventana de la iglesia,
Qué fiera tristeza ver a un hombre hambriento
Cubierto de ropa rota
Y con las manos extendidas
Como un santo hacia el Cielo.
XXVII
Pétalos de una sonrisa lejana
Caen hasta el fondo del recuerdo
Desvanecidos sin retorno
La voz que te sugería instancias de amor
Cuando el cielo estrellado relampaguea
El mar, llegaste a Finisterre,
Fue tragado por la tormenta de estío
Que ni Vivaldi se imaginó
En vano las constelaciones te amparan
Cada centímetro del cuerpo
Años luz:
Diorema encantado
Vísceras de pescado
Huellas en la arena
Promesas promesas promesas
Aún cayéndote a pedazos no resignás
Tu condición de molestia,
Viga en el ojo ajeno
Roseta en el pie descalzo
Te sorprendieron al obsequiarte
Tu infravida
El espejo te adula
Reitera hasta el caos los signos
Y el temor te devora
Vértigo náusea cósmica
Lo intuís
No razonás
Tu cerebro no puede
Porque porque …
XXVIII
Las estrellas frías lejanas
Indiferentes al paso del hombre
Tus arcanos callados, silencio nocturno
Aquella voz indomable que recrea
El huracán de mil sueños
Abiertos como horizontes al crepúsculo
Como venas abiertas del suicida
Sangró la tarde
Por las venas de las nubes
Sangró tu mano
Al contacto de la espina
Las estrellas cabalgaron el cielo
Conformaron episodios
Algunas están muertas
Como tu fe
Como tu sistema nervioso
Apenas llega el reflejo
Que en las aguas tranquilas se aquieta
Por amores lloran
Tu alma es una carretera donde
Los puentes se han quebrado
En la insanía insistes
Verte adornado con fetiches y abalorios
Escribiendo en una gruta
Ciertos signos
Desnudo en penumbras
Al ritmo del agua subterránea:
Las estrellas escupen tu destino.
XXIX
Lluvia azul desde el cielo
Mares encrespados
Tormenta eléctrica
Yo desnudo en el bosque
Qué hago me pregunto
Pero no sé quién soy
Camino entre charcos
Y una cortina de agua
Me moja el cerebro
Nada veo
Un relámpago lila
Una luz a lo lejos
Se estrella contra la oscuridad
El mar está cerca
Y te añoro, amada mía
Y desnudo voy
No tengo vergüenza
Mis manos tocan los árboles
Se resbalan
Caigo de rodillas
Y me asomo al sueño.
XXX
Voy a cortarme el pelo para pegarme un tiro
en la cabeza.
XXXI
Escucho a los Redondos
y me dan vuelta la cabeza,
dijo ella y luego vomitó.
XXXII
Siento mi alma perdida
Como un animal en un bosque
La luna ilumina
Mi desasosiego
Y camino lento por las calles
Como un perro sin dueño
La Melancolía, arpía joven,
Me sigue de atrás lento
Y yo apuro el paso a más no dar
Para que no toque mi sombra
Son los fríos días de agosto, pienso
El invierno está pegado al día
Y camino por la bahía
Buscando algo, buscando nada
El corazón me late despacio
Similar a las olas de la playa
El lucero por occidente se asoma
Ya viene la noche, se estremece mi alma.
XXXIII
Escucho a los Redondos mientras leo poemas de Julio
Inverso. Se me mezclan las letras y mi cabeza orbita. La guitarra
de Sky Belinson mueve las flores de titanio con su melodía, en tanto, la
voz del Indio Solari exhala poemas herméticos. Julio Inverso se pone a
bailar fumando, y recita "OTROS PECES DE EXISTENCIAS ARÁCNIDAS". Afuera el
sol se va poniendo; vendrá la noche y escribiré mis poemas para
exorcizarme.
XXXIV
No sabremos hasta que
abramos las puerta de
nuestras desnaturalizadas vidas.
XXXV
Siento en el alma
un oscuro pájaro
que me canta sin bríos
y que me aletea las venas
Ese pájaro vino de la noche
como lo afirma un poeta
y se arraiga con sus garras
a mis huesos sacándome las ganas
de vivir, de amar, de comer,
sin embargo te tengo a vos,
querida mía, que me consuelas
con tus caricias y tu amor incondicional.
Siento en el alma
un pájaro oscuro
que incuba sus huevos malditos
en mi espíritu, en mi voluntad.
Sólo sé que lo mataría
con tus besos y miradas
que me alimentan por dentro
como una ambrosía imaginaria.
¡No me dejes, amor mío!,
eres lo único que tengo
para seguir adelante con ganas
y no caer en un pozo de lágrimas.
XXXVI
Antenoche, juglares sombríos
para Andrea Blanqué
antenoche, los juglares oscuros cantaron
derramaron sus cálices amargos
de poesía
maldijeron el tiempo en que estamos
tras una cortina de humo
bajo luces de neón
antenoche, las eléctricas guitarras
gritaron,
inflamaron los pechos
lloraron rencor
satisfaciendo las demandas
del público y del alcohol.
los monjes en sus sayos
elevaban las manos al cielo
y los juglares malditos
rieron de contento
mientras tu foto yo quemaba
y el bajo sonaba en el cieno
mientras tus versos rogaban
que fueran prendidos fuego.
antenoche, sí, creo que fue antenoche,
cuando la noche mordió mis piernas
y no pude correr
(juglarescas carcajadas)
porque fugit irreparabile tempos
y lo quise alcanzar
para llevártelo en un estuche
donde quiera que estés.
hoy estoy herido como un perro con sarna
e intenté atravesar el espejo,
fue en vano
sólo lo logré en el sueño.
XXXVII
EL SÚCUBO (o la Lujuria infernal)
"Amado mío, déjame que sea tu carnicero, puedo hacerte sentir un dolor
profundo como un fierro en la carne entrando o garfios prendidos en tu
cuerpo mordiendo tu carne y tirar de ellos". Un súcubo frente a mí me lo
sugiere, ¡y estoy tan solo y desdichado!, ninguna mujer se apiada de mis
horas, ni quiere mis caricias ni mis risas, ¿por qué no probarlo? "Amado
mío, seré sensual como una serpiente y enrollaré en ti mi cuerpo liso y
perfumado, te ofreceré mis senos para que bebas sangre que es la leche de
los demonios, te daré largos besos, profundos como el Averno hasta
desmayarte de un placer elegido". Ella me sigue sugiriendo placer o amor,
deseo o dolor, y estoy tan solo hoy que no puedo más que rendirme a sus
cartilaginosas manos y a sus ojos de insecto, pero con unos labios que
devorarían los míos de placer. "Amado mío, serás mi rey y yo tu reina en
nuestro infierno personal, si quieres no le haremos daño a nadie pero sí a
nosotros mismos comiendo de nuestras carnes hasta el amanecer." Tengo
tantos deseos de saber cómo es, hermosura del Infierno, súcubo de verde
cabellos, tu figura es la de una diosa griega hundida en el mar por
envidia de los serafines. "Ven, entonces, amado mío, sumerjámonos en la
laguna quieta, fría y milenaria abrazados los dos y masticando nuestras
carnes mientras fornicamos, ven, querido, te sacaré de el museo llamado
vida". Y yo, solo, como tantas veces, indiferente al mundo que me rodea,
sin un posible cariño pleno de mujer, renuncio a mi condición humana y me
consagro a un ser superior del que seré presa o semidiós.
XXXVIII
Estropajo, cadáver perdido
mugre y papeles nylon
vereda sin limpiar
paro, paro, paro
reivindicaciones cocaína y Miami
hambre mal entendida
niños locos y violentos
pordioseros tirados hyundais flotantes
mujeres alteradas hombrea borracos
sol playa ozono ultravioleta
recuerdos del último adulterio
sonrisas aplausos mañana a sufrir
¡y no te hagas el pendejo!
XL
Federico Rivero Scarani seduce a las
mujeres con la nueva línea de perfumes y fragancias Andrea Blanqué.
POÉTICA
I
Llevo la oscuridad de barracas abandonadas; me
han destratado los elfos y las estrellas. Soy un paria con las manos en los
bolsillos. Mientras tanto me preguntás, hermosa joven, por qué escribo. Te
responderé lo más sincero que pueda porque la sinceridad es una virtud que
perdí en un vaso.
Escribo porque maldigo mis horas
Porque soy un nauta sin rumbo
escribo porque hay nubes y flores
porque no tolero la certidumbre humana
escribo para que haya algo que moleste
aunque sea un papel en un rincón
lo hago porque es una solemne masturbación
sin orgasmo ni compañía
para que existan las ninfas y los minotauros
para que cada palabra sea la precisa en el texto de la poesía sin rumbo
Escribo porque soy n maldito hastiado de todo
Y encallé en las rocas de la realidad
porque otros escriben yo también lo hago
para ser un eterno ausente en las letras
y escribo porque es mi pequeña flagelación
por las maldades que he hecho.
Suficiente?
La joven se fue horrorizada hacia el crepúsculo anaranjado. N la he vuelto a
ver ni me interesa. Pero extraño su sonrisa.
II
Y la bella joven volvió. Su regreso lo festejé haciendo una fogata
con madera de barcos en el margen de la ciudad: la bahía el cerro brillaba
como un estuche de joyas. Y me preguntó cómo escribía.
Escribo como un manco en la arena
Como un limpiavidrios en un quinto piso
Escribo como los antiguos: intercambiando algo de mí por el don
De la poesía
Deshumanizándome como un colibrí
Haciéndole mil tretas a la locura
Rompiendo con endecasílabos y métricas abstrusas
Escribo como la lisa en el mar: saltando
Y deambulo por lugares ruinosos con miedo
Fabrico mis sueños en una pipeta
Y albergo las dudas para los poemas
Cuando descanso no pienso en la vida
y en los sueños descubro entelequias
Nado en lo profundo del margen del sueño
Y escribo los poemas que me trae la viento
Bebo el brebaje de una bruja más que antigua y aspiro el aroma de los
ángeles de invierno
Cómo escribo poemas de auroras y tierra
Sólo la tormenta lo sabe decir a su hora.
La joven callada se va retirando, mientras le comento otra serie de hechos.
Se va sin ganas, callada y austera. Y yo me quedo con versos y alguna
leyenda.
III
La joven se acerca a la bahía con un ramo de flores; lo deja sobre
una roca y se sienta contemplando el río y las luces del puerto que se
reflejan sobre el mar. Murmura sin mirarme cuándo escribo los poemas. Y yo
le respondo parado en la niebla:
Cuando el agua se hace gris
Cuando la espuma cubre la orilla
Cuando tengo el alma destrozada
O en el lecho inquieto, desesperado
Repleto de dudas y ahogado en un canto
Que no puedo expresar
Escribo cuando la luna se cuelga del cielo
O en la mañana el sol va certero
Contra la tarde de vaivenes rojos
Escribo cuando el niño llamando a su madre
Aprieta manos ojos y garganta
Cuando las luces del cerro van iluminando
Y el grillo canta entre los pastos crecidos
Lo hago cuando vivo pesadillas y
Y estoy podrido del mundo caníbal
Cuando el silencio se ampara por uno
Y es el tedio sucio que todo lo arruina
Escribo cuando una mujer es bella
Que alumbra todo en su hermoso andar
Cuando el feriante pregona sus cosas
Y la piba linda se va sin pagar.
Seguía mirando el río iluminado sin pestañear; le pareció más dulce este
poema que yo, el oscuro habitante de barracas, le acababa de recitar. Se
levantó, tomó las flores y se marcho. Otra vez solo, mis versos serán mi
consuelo.
IV
Deambulo por la orilla del río saltando escombros de fábricas derrumbadas.
Apenas la arena cubre la orilla donde el agua se hace clara. Busco madera
para encender una fogata; crepita el fuego y se elevan brazas hasta el
cielo cubierto. Bebo un licor de Electra para inspirarme; en la penumbra
una silueta se mueve: es ella que vuelve sin invitación a la luz del fuego
en la bahía. Me pregunta sin saludarme qué es de mi vida. Tiro un palo al
fuego y miro al cerro encendido diciéndole:
Mi vida es un síntoma de la realidad
El pináculo de una iglesia gótica
La solución de un sofismo imbricado
El laberinto de Asterión aburrido
Un silencio alegre de flores azules
La sonrisa alegre que le doy a la joven
El espacio roto por siete relámpagos
¡qué será de mi vida sin la lluvia hermosa!
Es como el lucero flotando en oriente
O como la luna de invierno besando el sur
Qué sería de mi vida sin una canción
Sin el sol las nubes la niebla la noche
Entre la bahía acompañado por vos
Sentada cerca de la hoguera su melancolía comienza a abrumarla. Tira unos
palos al fuego y escucha el rumor del río. El río le habla pero ella no se
percata; lo mismo le hacen las sombras pero su juventud la mantiene
impávida. Ve una estrella fugaz pasar y le pide un deseo: saber qué es la
poesía.
V
Y desorientada por lo que le voy diciendo, enciende un cigarro con el
ascua del fuego. Yo estoy envuelto en sombras, sé de donde vengo
paro no sé adónde voy. Soy una madera flotando en el río, soy una luz
apagada de la bahía, me encuentro cansado a pesar de mi juventud. La joven
beldad sentada en una roca me pregunta qué siento cuando escribo un poema.
Me cuesta armar un discurso pero me concentro y miro a las llamas
comenzando a hablar:
Siento un alivio sin comparaciones
Siento la posesión que me desgaja del mundo
Una lucidez que me deslumbra desde las entrañas
Y una búsqueda seria de la expresión
Siento el amor y la nausea
Y el silencio amigo que me acompaña
Siento que soy otro o que estoy habitado
Por sustancias químicas o silfos callados
Siento que soy libre y que estoy sin cadenas
Que distraigo al tiempo y también al pesar
Es mi rito personal mi conjuro
Una forma limpia de hacerme llegar
A las profundidades de mis sentimientos.
Repitió la palabra sentimiento y abrió un libro de Julio Herrera y Reissig;
recitó el poema “Holocausto”, se paró en la noche perdiéndose en la bruma,
dejando tras de sí el rumor del agua y los versos.
VI
Y la joven bella se acercó a las ascuas y casi en tono de conjuro me
obligó a decir dónde escribía mis poemas lánguidas piedras lamidas por el
río. La bahía fue nuestro destino; le intente explicar:
Dónde se escriben los versos?
En las cumbres de las montañas
En los satélites que orbitan la Tierra
Se escriben desde las murallas o
Desde el silencio que se hace atroz
Los versos se escriben desde las ruinas
De la emoción o de los castillos
Desde las profundidades de las cuevas
O del alma que carece de fin
Los versos se escriben en los parques
O en el ómnibus de regreso a casa
O en las tabernas crapulosas de la noche
Se escriben donde los ángeles vuelan
O los demonios de relamen por la angustia
Implacable feroz hechicera de penumbras
Los versos se escriben en una tumba
O en una isla o en un edificio abandonado
Siempre con una flor presente en lo posible
Aunque sea en la imaginación
Son escritos desde la terraza del alma
O en la quinta habitación de la emoción
Lo que en ellos se diga o se piense
Pertenece al poema y a su misión.
Estaba silenciosa cubierta por la noche; la luna arábiga se suspendía en
el cielo. Creo que sintió lo que se llama amor, pero supo ocultarlo a
tiempo. Arrojó una piedra al río, y el agua se movió en leves ondas.
Depositó las flores en una roca comenzó su marcha hacia la noche dejándome
en la penumbra del margen de la ciudad. Eché unos palos a la fogata que
creció pero no pudo iluminarla.
Daño cerebral: lobotomía dijo el neurólogo que fue psiquiatra en su guerra
personal de viet nam y que luego depositó sus ideas – un cofre de
estalactitas – en la década del 70 en el Uruguay haciéndose llamar Dr.
Pietot para la operación cóndor.
Daño cerebral: tu madre pegajosa insiste en que cosas los remiendos de tus
traumas cuando pequeña, hija mía, no ves que sufro, soy una desgraciada
que amó a tu padre hasta que se pegó el tiro.
Daño cerebral: el violador conquista con su mirada perversa al guardia y
lo seduce; después consigue pastillas y protección. A la medianoche se
acurruca como una rata porque los otros presos le tiran contra su jaula
pedazos de colchones prendidos fuego, hilo de puta, se corea.
Daño cerebral: un vecino ciclotímico cena a la hija del gerente porque no
quiso entregarle su osito de peluche a la salida del liceo.
Daño cerebral: la novia y el novio; ambos podridos de estar juntos; la
novia: estás embalsamado, el novio: te dan por culo los feriantes. Ambos
se casan, tiene cuatro hijos. Comen pizza entre golpes y puteadas. El
mayor de los hijos fuma cigarrillos.
Daño cerebral: una anciana mira tv a las seis de la tarde en invierno;
recuerda a pesar de su senilidad que ella perdió su himen en el zaguán.
Ahora está viuda y se emborracha todas las noches mirando una foto del
cincuenta donde aparece su marido abrazado a su amante.
Daño cerebral: el rocanrolero de moda se embadurna de miel, se perfuma y
le grita a un enjambre de abejas:” vengan, soy Jim Morrison”. Al instante
es un grano de pus.
Daño cerebral: cuatro balandras y un santo se encuentran en el camino de
la madrugada; los malos le piden plata pa ` l vino, mal. El santo saca su
38 y los barre a balazos; luego reza una plegaria en el baldío.
Daño cerebral: terapia de ocho, freudiana o rimbaldiana, una joven
aburrida por su anorexia discute con un excocainómaco sobre el jueves.
Ella dice que s un día ontológico y el responde que no lo insulte. El
psiquiatra gay observa extasiado; un poeta kalambre le dice que fue un
jueves el día de la muerte del poeta Vallejo; una hipocondrìaca le tira la
bombacha gritándole fascista. La terapia fue un lunes.
Daño cerebral: ecografía del imbécil locutor de radio: está embarazado de
focas y lombrices; él es feliz. Lo afirma en el programa de fm, será madre
de híbridos. Se ríe de él y del planeta; los idiotas admiradores le mandan
flores al centro materno.
Daño cerebral: en interne se chatean un Montevideo y una colombiana se
mandan fotos escaneadas desnudos, gracias a la càmara se miran y se
masturban solos en la habitación.
Daño cerebral: otro locutor lìder escritor de libros sobre àngeles y
ciudades under grises toma su cuarto whisky con tres parnox, esto es igual
al 7 de oro en el truco.
Daño cerebral: murió el caballo del carro y la familia en el cantegril esa
noche come milanesas; el abuelo toquetea a la nieta como lo hizo con su
madre; el abuelo es padre de su próximo nietito.
Daño cerebral: la abogada alcohólica se acuesta con el cadete; filma las
escenas para extorcionarse; se amenaza durante las tardes con enviarlas a
La República.
Daño cerebral: tu espejo te miente, pero es el del baño que es deforme.
Buscás la luna del ropero en el cuarto y te miente; le preguntás a tu
espejito personal quién es la más bella, si vos o tu compañera de trabajo.
El espejo inmutable te devuelve la imagen en la que lo estrellas contra el
microondas luego de haberte maquillado con telarañas.
Daño cerebral: el futbolista se abre las nalgas para que el arquero
deposite el miembro bajo la ducha cantándole un tango. Después en su casa
se vanagloria de haber convertido un gol; su esposa le da de mamar a una
muñeca mirándolo desde sus ojeras.
Daño cerebral: el director del atelier pinta con sangre y acuarelas un
paisaje donde su víctima y su hijo postizo – como los dientes – reciben
una lluvia de escamas de pescado.
Daño cerebral: la directora del instituto obliga a su secretaria a
chuparle los senos mientras escucha Bach. Se da vuelta y contornea sus
caderas; la secretaria penetrándola con el clítoris sintético le susurra
que ella fue tenista y que se operó luego de un largo test psicológico,
pero que guardaba su pene dentro de un estatua de Diana en la casa de su
ex esposa.
Daño cerebral: el portero de una megadisco expulsa a piñazos a un pinta
que le dijo que era hijo del ministro de economía; arrepentido recoge los
restos pegados al asfalto y los deposita en un buzón del correo.
Daño cerebral: la dueña del restorante le clava las uñas al chef porque no
cocinó a punto el mondongo a la champaña para su santidad del opus dei.
Daño cerebral: dos batichicas sobre un Peugeot te sugieren que sos un
imbécil por no haber mandado el cupón.
Daño cerebral: te encontrás con un viejo amigo y te invita a “tomar algo”.
Aceptás y la pasás bien; a la mañana siguiente que no pudiste dormir
durante la noche, sacás un crédito y comprás ese revólver que tanto te
gustaba. Descargás las balas entre vecinos y perros, sin embargo te
reservás la última descarga para tu cabeza.
Daño cerebral: lees ginsberg y te crees superjhony; escribís ochenta
carillas con
Caligrafía gótica y le gritás a tu madre que te deje en paz a las seis de
la mañana, borracho.
Daño cerebral: se divorciaron; él hace lo no hizo en veinte años, ella lo
que no hizo en dos semanas.
Daño cerebral: mai janela el viernes hace un rito, asusta a los vecinos
católicos y se siente satisfecha. Un rayo va formándose en el antártico y
sabe bien su objetivo.
Daño cerebral: organiza en el espacio que le dan en la tv un panel de
deficientes mentales y larga, el conductor, la propuesta de la noche: ¿si
no ahorcáramos todos a la vez en la plaza del entrevero que factores
incidirían: la caspa, el divorcio, la etnofobia, el alquiler o la
publicidad? Llame a los teléfonos que aparecen en su pantalla antes de
comprar la cuerda, mire que los precios por centímetro subirán.
Daño cerebral: lo que estás leyendo o escuchando; no te va a cambiar la
vida, ni siquiera te la contagia porque das vuelta la página y tu vida es
un canción de amor.
Cerrazón
Cerrazón
Te vi con el cabello suelto
Tus alegrías sueltas
Tu tristeza mansa
Esa
Similar a una playa
La noche nos abrigará
El dolor es algo que no se compra
Te vi cruzar entre la cerrazón
La iglesia alta
Sus íconos milenarios
Te extraño
Hago un esfuerzo supremo
Por retenerte
Te vas
Te vas
Como un fantasma gris.
Arremetiendo entre campo de rosas grises
La Atonía, minotaura salvaje
Envuelta de fragancias dulces y rancias
Cayendo como espectro en el remolino
Te vi indolente
Fue un sacrificio
La vastedad de sentir la Atonía más áspera
Que la piel de serpiente que te envuelve
Eterna
Sabia
Hechicera hasta la última gota que te envuelve
De sangre sudor y rabia
Arremete contra rosedales grises y va
Minotaura de piedra
Reventando relojes arreando penas.
Te seguiré hasta los templos del futuro
Escalaré peldaños de ónix o de cemento
Algo en mí comenzó a asustarme
Son lo vientos de la última tormenta
Pero igual te seguiré por que sos mi hada
Andaré a tientas por latitudes sureñas
Seré un engranaje bien aceitado quizás
Igual te seguiré hasta que me digas basta
Aléjate de mi vida de mi aire y mi sueño
O tal vez ofrezcas tus días para mi consuelo
En el oasis de la vida te seguiré princesa.
Tiene la tristeza de una carretera perdida
Y una voz profunda como de paisaje lluvioso
Sus ojos
Sus ojos son profundos cielos
Luego del escampado
Y en sus labios duerme la brisa rosada
De cualquier estación.Corro
Me pierdo en el corredor
Sigo la esquina escindida
Lasendadesconocida
Evito mirara hacia atrás
Y mi miedo disfrazado de huida
Y en un instante
En una encrucijada
Del laberinto, atrapado,
Y sus aristas
Desesperado
Me veo
Venir
Hacia mí
Desde el otro lado.
Ven a mí
Que tengo los brazos
Llenos y brillantes de hechicerías.
El agua de tus ojos
Son estrellas milenarias
Corren por tus mejillas
Como arroyos de aguas claras
El agua de tus ojos
Me mojan el alma
Y me siento desnudo frente
A vos y frágil
El agua de tus ojos
Son besados y enfrentan
La realidad del mundo
Y los criptogramas del universo
“La sed de los negros vientos
Bebe el olor de los lirios”
Y la oscura sombra de las acacias
Proyectan sus enredadas ramas
Los árboles murmuran sonidos
Y mientras camino por el bosque
Me pregunto ¿qué dirán?
Y me siento a refrescar mis pies
En un arroyo de aguas claras
El agua de tus ojos
Es igual al agua de las estrellas:
No mojan, alumbran
Y guían como al marinero
El agua de las estrellas
Cubren todo el paisaje
Con un fino polvo verde
Que brilla en la noche.
¿Adónde van los pájaros a morir?
Porque yo nunca veo ninguno muerto
Excepto aquel que víctima de un gato.
¡Qué lindo que es ver a una mujer enamorada!
Pareciera que se contagiara por una gracia divina.
Era linda como una constelación
eterna,
Hasta que desapareció en la espesa niebla.
Me enferma el perfume violento que trae la túnica
de la luz
Y siento las retinas quemadas
En el braserío de la primera claridad.
Necesito la noche que me duplica la esperanza.
Sos el universo de mis emociones
y tus ojos guardan secretos, te llevo rosas negras para tus pálidos ojos
melancólicos.
Busco palabras robándoselas al viento, los sueños cuestan ser
descifrados; quisiera soñarte pero estos están quebrados en el
inconciente los jazmines, blancas palomas perfumadas, envidian tu aroma,
tu mirada tiene la profundidad del océano, el juego de tus piernas me
emociona en la noche, los segundos son como duendes, la calma es una
espuma blanca que nos envuelve, los errores son perros del
arrepentimiento.
Sin embargo el amor es la dosis que cura como al alma la luna, nodriza
de los soñadores.
Nada existe que no sea inocente
Otrora fui ese campo de sueños
En otro lugar ya viví este aquí y este ahora
Otro era el tiempo del mundo en mi piel
Diluyendo el cantar en sus notas
Me inmolo en las teclas blandas de la lluvia
Tu veneno aplaca mi sed
Tu destrucción me revitaliza.
Bendita esta agua que nos transborda cuando estamos
enteros
Apaga toda herida cuando se sumerge en nuestra alma sin enigma
Mariposa de alas azules ahogadas en el tintero
Bebo de tu cara, la infinidad de las piedras.
Pozo de hostia oscura, rojo vivo de la infancia con otras lunas
¿Qué somos nosotros entre la sombra y aquello que el corazón anula?
Sueño crepuscular, letanía de la desnudez en una mandrágora abierta.
El florecimiento de los labios ilumina nuestro camino.
Sabemos sobre la bondad de los hombres a veces
Porque se puede quebrar en pedazos de vidrio la bondad.
¡Oh ángeles de
milenaria existencia!
¡oh eones que guardan el tiempo en un cofre!
¿oh serafines que están a la diestra de Dios!
¡oh arcángeles furiosos con championes all star!
¡potestades maquilladas como para un carnaval!
¡deidades del cielo, del Empíreo, juguenme!
¡hagan de mí una figura de barro para el eterno retorno!
Nuestros caminos se cruzan
Seguimos por la floresta de los sueños
El aire, corazón fundido por los labios
Es un pájaro que atraviesa el cielo abierto
No encontramos el milagro en el pozo
En los cilindros de la noche,
Su templanza
Toda cicatriz nos trae un recuerdo
El reloj transpira por la sala
He aquí mi humanidad:
Te idolatraré con tu vestido celeste
Besaré el tiempo y estaré en todas sus huellas
Viajaré hacia la Eternidad
Para que al fin la voz de la muerte me despierte.
¿Cuándo te veré la sonrisa feraz
y los ojos nublados de agua?
Es un cuadro de melancolía
Que envuelve el corazón que
Se escalda para ya no más sufrir
El crepúsculo blondo se derrama como sangre
Tiñiendo el horizonte quieto.
Quién tiene la
visión
O el oráculo para saber
Cuándo la vida
Empieza a seducir a la muerte.
Sólo tengo los sentidos de la vida
Para buscar con los pliegues de mi alma
El sentido universal
El criptograma
La ausencia.
El agua de las estrellas
El bosque de las pavuras III
Descubrir que el insecticida seduce
Como un perfume del siglo XVIII
Oler los sobacos del cuello
En el éxtasis embriagarse del aroma
Q’ mata e ilumina con su vaporizador.
Los asesinos beben mientras éter
En la taberna de la siesta esperando
La hora la tuya la nuestra
Y se cobijarán tras el rostro fiero mal
Ese ke arranca del alma podrida.
Todo suena a descomposición señal
De algo que va más allá d’esto
Un resquicio temporal
Algo que se alimenta de sufrimiento
Una máquina azul forjada en el Gólgota.
Herreros muertos de bronce cuencas vacías
Niños dementes viejos seniles pájaros secos
Un museo de verdad
La muerte aburrida se nutre de flores muertas
El despojo de la sombra que nos lleva.
Y en la Ciudad algún amor muere sin
Decir adiós, cae como durazno podrido
¡el amor!, niño loco!!!
Cava tumbas donde amantes dejan el beso
Muere el beso muere y no hay espígrafe.
Entonces mientras tanto se juega a la
Ruleta rusa, al truco eléctrico de tajos
El cuatro es un beso
Q’ vino de la tumba sin inscripciones
Aumentando el encierro del corazón.
Se sientan las chicas en los boliches
Y se maquillan con telaraña amablemente
A la hora tonight
En el show de la soledad bailamos solos
Nos entretenemos esculpiendo sombras mentales.
Mascotas bomecánicas aguardan en casa
Dulce hogar repleto de sueños escrachados
Contra la pared húmeda
Derramados como manchas de sangre
O sangue ke nos trajo a este eixao de cores.
El Bosque de las Pavuras visitaré triste
Y veré colgada de los árboles hadas
Q’ tristeza ruin
Y en una tumba donde un marques yace
Crece la amapola radiactiva siniestra.
Detrás de cada sueño hay una pesadilla
Una canción del Valle de las Sombras perpetuas
Entre los templos
Los sacrificios flotan como niebla espesa
Q’ una vez fueron abducidos por dioses.
En la tormenta se avizora una próxima desdicha
Una sutil melancolía macabra sopla
Pronto chuvará
No te preocupes kuando os nossos olhos sangren
Serán lágrimas de sincera reconciliación.
El agua de las estrellas
“El estudio de la belleza es un duelo / en el que el artista grita
horrorizado antes de ser vencido”.
Charles Baudelaire.
Besaré el Tiempo
Y estaré en todas sus marcas
Toda cicatriz
Posee un recuerdo
Viajaré en la eternidad sin dejar huellas
No encontraremos un milagro en los pozos
Es él quien nos encontrará
Beber la eternidad con labios de limbo
Hay martirio y amor en mi renuncia
No se parte el olvido
Llega el pasado en fragmentos de espejos
El veneno que me inoculaste
Aplaca mi sed.
--------------------------------------------
Abro las manos y están intactas de tierra
No retengo nada más allá de este rostro
De esta piel quemada por el diesel
A veces estoy habitado
O por dioses o por demonios
Bendigo la lluvia que cae copiosamente
Mientras la danza es la escultura del cuerpo.
----------------------------------------------
Me acosté con la noche
y me pareció dulce e inmaculada
me confesó historias antiguas
tan antiguas como el océano
nos abrazamos con sabor a eternidad
ella tiene muchos amantes y yo soy uno más tan sólo
no me preocupa su infidelidad
aprecio su silencio y su luna perpetua.
-----------------------------------------------------
Me abriga un deseo feroz de poseerte
Un ansia primitiva de hacer de vos
Mi talismán, mi conjuro:
Aquel río antiguo donde perderme hasta olvidar,
Leteo que ahoga los olvidos repletos de recuerdos.
---------------------------------------------------
Hubo noches en las que me desmayé
Extraños ritos de sigilos supremos
Y hasta la avenida fui escoltado en sueños
Por rosas y estalactitas,
noche hambrienta de espíritus libres
como el primitivo mar
Hubo noches en las que te conjuré
Acariciando las sombras mientras
Sonaba una melodía en la radio quemada
En la furiosa soledad
Todos tenemos cuentas que arreglar
Hubo noches de aromas exóticos y
Sombras aladas, un beso a la nada
Llegaron los condenados a mi casa
Y bebí vino con ellos antes de la sentencia,
Siniestros y oscuros como los enigmas
Que escondemos.
---------------------------------------------------
Dosis dosis dosis
Se escruta la realidad
Dosis
Señal de un vértigo lunar
Campos
Redes
El aroma dosis del azahar
Sensación nueva
La ventana hacia el mar dócil.
.
Te perdí como se pierde la juventud
No beberás de mi sangre virulenta
Mientras tenga clavadas las alas
Clavado está el amor
Esperando, esperanzado
De amor a otro corazón.
----------------------------------------------
Te llamaría por teléfono
Pero es demasiado tarde
Las tinieblas se mantienen a distancia
El límite es la luz
Quizás similar
A la que llevo adentro
Mientras dormís
Soñando tal vez con flores
O con muertos queridos
Te extraño
Y sé que no será más mía.
-------------------------------------------------
Siempre serás una inspiración
Vayamos en una carroza
Déjame oler tu cuello
Dame las manos inquietas
Háblame como los pájaros al atardecer
Te obsequiaré flores silvestres
Algún lirio que dure dos días
Y un cofre antiguo y medieval
Allí encontrarás los misterios
De la noche y del atardecer
Verás estrellas y cometas
No le temas a los espejos
Ellos reflejan las flores de uranio
Acéptame, convídame a estar contigo.
Me llamó la sirena y me comentó sobre extraños
Paraísos de piel juegos seductores que emanan
De la luna del cielo de tormenta y caí y caí en una cama
De extrañas sábanas y la sirena me cantaba con voz
Milenaria canciones de marineros allá entrada la madrugada
Mientras el cielo encapotado rojo de aire caliente
Me envolvía como los brazos de la sierna que me llama
Y atado al mástil de las horas nocturnas me contengo
Aunque la sangre me hierve y ella me susurra paroles
De amor quando a janela deixa entrar o cheiro danoite
Meninas escuras seductoras falan silencios molhados
La sirena se trepa por mis piernas se sienta seduce
Susurra canciones de mulheres voluptuosas mientras
As luas do sul surgem do horizonte líquido en mis piernas
Se derrama la boca el pelo cubre como bosque medieval
El gótico instante de omegas minutos de sirena excitada
¿A dónde iré con esta pregunta que me marea?: ¿cuál es
El placer más epidérmico cuando rozan las lenguas
En los rincones? Una sutil fragancia de veneno se adhiere
A la piel dejame no puedo tolerar tanto placer me iré lejos
Pirata ebrio albatros rengo longe a outra estacaos, sirena,
Tus ojos de olvidados mares me sumergen me ahogan
Cántame desde el fondo del tiempo una canción de amor.
---------------------------------------------------------------
Sueño de hadas
Golondrinas carnívoras
Que envuelven como bruma
El corazón
Sueño de hadas
Pastel radiactivo
Que se comparte en la noche
Bajo la luna feroz
¡Cyborg, Cyborg!
Naturaleza muerta
Revive en el sueño de hadas
Como una flor con platino
El veredicto final
Está por ser declarado:
Que el sueño de hadas
Sea una flor crepuscular.
---------------------------------
Tengo que sacarte de mi corazón
El tiempo lavará las heridas
Me quedo solo entre cactus y piedras
Que son testigos de mi melancolía
Despreciá todas las palabras que te dije
Cuando estábamos juntos: luna y tierra
Unidos en un eclipse singular y perfecto
De mi corazón debo sacarte ahora
Y no habrá hora que padezca el infortunio
La Naturaleza de mi espíritu
Tiene un pacto secreto con la oscuridad
No me guardes rencor, querida mía,
En la Eternidad tal vez volvamos a vernos.
------------------------------------------
Estoy hecho ruina
Y por mis huesos atraviesan los fantasmas
El repiqueteo de una campana
A lo lejos
Marca la hora de la noche
Estoy hecho ruinas
Y sin embargo sigo adelante
A veces me canso
Pero te pido a Vos, Señor,
Que me des las fuerzas suficientes
Como para mantenerme erguido.
Quiero que me cuentes tus secretos más íntimos
Saber el misterio cuya sombra surge de tus pasos
Que me confieses el poder de la luna
Y las constelaciones del cielo oscuro
Así podré saber si eres digna de mí
Y no una simple idiota que se sonríe.
-----------------------------------------------
Fumo mi vigesimocuarto cigarrillo
Estoy solo
Siempre estoy solo
La soledad me enseña a tener paciencia
Me acurruca, me mima,
La soledad es mi compañera
No es buena consejera
Pero me deja ratos de silencio
La soledad come la carne
Y abduce el espíritu
Es tirana y hermosa
Como una diosa
Le tengo respeto
Igual que a un líder
Pero me aprieta cada vez más
El cuello.
Toda mi sangre negra
Para los cálices de los ángeles sádicos
Toda mi piel para sus tambores
Y mis huesos, castañuelas muertas
Quisiera navegar hasta el fin del mundo
Y olvidar, naufragar, recalar
Todos mis cabellos para la hoguera
Mis dedos que sean amuletos nocivos
Y el amor una herida con pus para salar
Todo mi ser entregado al holocausto
Toda mi energía absorbida por Ellos
No habrá dolor, satisfacción
¿Quién podrá extrañarme?
¿Quién me solicitará?
Virgen de la Viga del Ahorcado,
No te olvides de mi cuello
Que siempre encuentre una viga
Para el adorado pellejo,
Virgen vieja y lasciva,
Te adoro como a la noche
Te suplico un cordón de seda
Para mis muñecas inquietas
Ángeles sucios me han tragado
Me olvidarán me olvidarán
Y un séquito de enfermos terminales
Llevando a un poeta italiano
Entonarán la canción del rosario
Y de la Virgen de los Ahorcados.
-----------------------------------------
Soy oscuro como un pozo, como el agujero de una tumba. Soy profundo como el
espacio sideral y el abismo de los océanos. Olvidé la lengua de los ángeles
y mi origen. Soy una entelequia que pronuncia tu nombre durante las
tormentas; no me apiado de nada, no tengo consideración. Las tinieblas se
introdujeron en mí como un licor maldito, y respiro gas y me hago tajos en
las muñecas. Soy la oscuridad, pertenezco a ella. Me envuelvo como en una
sábana y medito y maldigo. Tengo las manos crispadas de pedir
la calma que nunca llega; pero mi corazón es tan negro que expía culpas. Soy
un charco de agua negra sobre el pavimento urbano, un charco de agua sucia
en los arrabales donde el puñal es mi dedo. No entiendo las cosas simples,
no me interesan; la furia me da una lucidez que envidian los profanos. Soy
nocturno y tengo la piel del color de la luna. Me escondo de los demás
porque no los tolero, no entiendo su lenguaje. Abro tajos en mi piel como
quien hace zanjas y vos no te asustas porque hay algo de esto que te atrae,
te deslumbra y no soy luz ni calma ni consuelo. Soy antiguo como las
pirámides. Abro el ropero donde están mis juguetes en llamas. Y los
colecciono para una futura vida sin luz. Soy un coleccionista de momentos
deprimentes, de fotografías abyectas de miradas de manicomio. Nadie me busca
porque los repelo, por eso me escondo en mi habitación durante semanas
enteras, no soporto el día, no soporto al hombre.
---------------------------------------------------------
La
corrupción, la indiferencia y el egoísmo
Perforan nuestras almas taladran nuestras mentes
En tanto el siglo se va licuando
Entre lágrimas que irán secando
Duro es el camino por los hangares
De la ilusión desnuda
Por la ruina de desidias aplicadas
Dormimos con el revólver en la almohada
Y castigamos severamente al distinto
Rueda la fortuna entre escombros de amarguras
Y la vanidad reguea en los jardines encarcelados.